Comencé mi carrera legal como Asistente del Fiscal de Distrito en Atlanta, donde fui miembro de la División de Juicios Complejos. Allí obtuve una experiencia sustancial en los tribunales procesando cientos de casos de delitos graves y violentos. En 2015, hice la transición a la práctica privada y me uní a una destacada firma de Atlanta que representa a los demandantes en acciones civiles y me concentré más en los litigios civiles. Después de que mi esposa, Angélica, y yo tuvimos a nuestra segunda hija, la atracción hacia el Austin natal de Angélica para estar más cerca de la familia fue fuerte. En el otoño de 2017, me convertí en miembro del Colegio de Abogados del Estado de Texas y acepté un puesto en un bufete de abogados bien establecido de Austin.
Crecí en un pequeño pueblo en el noroeste rural de Georgia, hijo y nieto de abogados en ejercicio. Innumerables debates y animadas conversaciones tuvieron lugar en nuestra mesa de cena familiar y, aunque es posible que no lo haya apreciado cuando era joven, ver de primera mano cómo mi familia usó la ley para ayudar a los miembros de la comunidad en su momento de necesidad formó quién soy hoy. “Como abogado litigante de tercera generación, aporto diversas experiencias y una perspectiva única a cuestiones jurídicas complejas”. Comienzo cada caso con diplomacia amistosa y entiendo que la prueba de fuego de un gran abogado es su capacidad en la sala del tribunal: no llegar a un acuerdo, desestimar , o la resolución exitosa del caso es posible a menos que la otra parte sepa que usted está preparado para llevar el caso a juicio y ganarlo.